La pandemia de Covid-19 se instaló en el mundo hace un año y medio y desde entonces, ha impactado el quehacer humano en todas sus dimensiones. En este contexto, desde 2020, un grupo de académicos ha trabajado en conjunto, a través de diferentes instancias para analizar cómo afrontar este escenario, tanto en el presente como hacia el futuro.
Con la finalidad de reunir y dar a conocer ideas y medidas que pudieran aportar a la creación de políticas públicas, un comité conformado por Carolina Gainza (académica y directora del Laboratorio Digital, UDP), Milena Grass (académica UC y directora del Núcleo Milenio en Arte y Performatividad), Mariane Krause (decana de la Facultad de Ciencias Sociales UC y miembro del Consejo Asesor Ministerial de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación), José Ortiz (sociólogo, consultor del Consejo de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación) y Roberto Rubio (académico y Director del Centro de Estudios Mediales, UAH), elaboró el documento “Aportes de las ciencias sociales, humanidades y artes en el contexto socio-sanitario actual en Chile”.
La iniciativa presenta propuestas de acciones para tomadoras y tomadores de decisión en aspectos sociales y culturales vinculados al impacto del COVID-19, considerando el contexto de pandemia y post-pandemia. Su objetivo es poner en valor el aporte de estas áreas del conocimiento en este contexto, proponiendo medidas a corto, mediano y largo plazo.
“Los aspectos sociales y culturales de la pandemia han sido especialmente descuidados. Esperamos contribuir con este documento a la necesaria discusión sobre cómo las ciencias sociales, humanidades y artes poseen capacidad instalada de investigación en el país, la cual constituye un aporte relevante a las políticas públicas en materia social y cultural, y que necesariamente deben conversar con otras áreas del conocimiento”, explica Carolina Gainza.
Para la elaboración de este documento, el comité redactor recibió colaboraciones de diversos centros de investigación e investigadores de las ciencias sociales, humanidades y artes, lo que permitió trabajar en torno a cinco dimensiones relevantes en materia social y cultural, a partir de las cuales pudieran políticas públicas: Estado y sociedad, Medios y tecnología, Salud mental, Prácticas culturales y territorio, y Cultura y subjetividades.
Dentro de las acciones más relevantes se establece el fortalecimiento de mecanismos de participación territorial; el acceso a las tecnologías como un derecho humano; programas de alfabetización digital; proteger la salud mental e intervenir en grupos de riesgo; elaboración de un plan de movilidad segura, y potenciar acciones artísticas que brinden la oportunidad de elaborar el duelo individual y colectivo. Todas estas medidas se despliegan en propuestas de acciones concretas que pueden ser implementadas en distintos niveles, desde Ministerios hasta Municipios y organizaciones territoriales.