Lo principal es que nada es seguro al hablar de literatura chilena.
Soy el compilador de esta antología por cosas del azar, pero al hablar de literatura chilena me puedo permitir cierta libertad y pasar de un lado a otro en, al menos, dos perspectivas más: la de escritor y la de editor. Sumado al proyecto personal que es siempre la escritura literaria, he editado narrativa chilena desde el año 2008. Primero en la desaparecida revista Contrafuerte. Luego vendrían proyectos de difusión en México y, más tarde, y hasta el día de hoy, el trabajo en la colección de narrativa de la editorial independiente Alquimia. El elemento que reúne todas estas ópticas es la lectura. Me gustaría ser el lector de mis predecesores directos más que de mis contemporáneos, salvo algunas excepciones.