Macarena Peña y Lillo lidera investigación que midió el consumo informativo en contexto de Covid-19

El Estudio EIS COVID, encabezado por la investigadora de Ciclos, busca comprender cómo las personas navegan los entornos informativos y la influencia que éstos tienen en las percepciones de riesgo y en la disposición de adoptar y mantener comportamientos preventivos en contexto de pandemia.


Con un alto nivel de información y percepción de riesgo, pero no tan dispuestos a vacunarse: así se muestran las y los chilenos en el Estudio sobre Acceso y Uso de Información sobre Covid-19 (EIS COVID), dados a conocer durante esta semana.

EIS COVID es una iniciativa que involucra a la Universidad Diego Portales y la Universidad de Santiago, y fue financiada por la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID) a través del concurso de asignación rápida COVID-ANID. Es dirigida por Macarena Peña y Lillo, quien trabaja junto a Verónica Roncamora (Usach), Patricia Junge (UCh), Cecilia Prieto (The Edinburgh University) y Pablo Guzmán (Publicidad UDP).

El reporte, basado en una encuesta nacional realizada de manera online y también telefónica, que incluyó a más de 3.500 personas; muestra que las personas han recibido una gran cantidad de información del virus, al punto de casi sentirse sobrecargados de ella.

85% de los consultados declara haberse topado con información sobre el coronavirus en los últimos 30 días, y más de un 90% señala haber visto, leído o escuchado comerciales acerca del lavado de manos y de mantener un metro de distancia física con otras personas.

Asimismo, un 86% declara haberse expuesto a mensajes sobre el uso de mascarilla. Un 67% considera de los consultados considera que, después de un tiempo, toda la información sobre COVID-19 empieza a sonar igual. Esa información, explica Peña y Lillo, se refiere a las campañas y comerciales realizados por el Ministerio de Salud.

El reporte también arroja que es mayor la disposición a mantener conductas preventivas de Covid-19: un 93% dice que es muy probable que siga usando mascarilla, un 90% considera muy probable que siga lavándose las manos por 20 segundos y un 82% comenta que es probable que procure mantener el distanciamiento físico.

Peña y Lillo señala que las personas tienen bastante disposición a mantener conductas preventivas de Covid-19. Sin embargo, comenta que ese porcentaje baja cuando se les consulta acerca de qué tan probable es que se pusieran la vacuna en caso de que estuviera disponible.

De ser así, un 54% señala que es muy probable, mientras que un 21% señala que no es probable. “La certeza de la vacuna es menor a la certeza a la mascarilla. Y son esos comportamientos los que podrían enfatizarse en los siguientes mensajes masivos”, destaca la investigadora de Ciclos.

Existe de algún modo un discurso respecto al comportamiento sobre el cuidado y conocimiento de la enfermedad, que, a la hora de ponerse en práctica, dice la investigadora, cambia.

Por ejemplo, las personas presentan una alta percepción de riesgo sobre el Covid-19 (62% señala que es una amenaza grave para la salud), pero un solo un 49% se considera en riesgo de contraerlo. “Es muy propio del ser humano pensar que no le pasará nada y que el riesgo es para los otros”, subraya Peña y Lillo.

El estudio también muestra que las fuentes que les dan más confianza a las personas son los médicos u otros profesionales de la salud (58% de mucha confianza) y el Colegio Médico (42% de mucha confianza). Un 30% confía mucho en el Ministerio de Salud y un 17% confía “nada en absoluto” en la autoridad sanitaria.

Conoce más detalles sobre el Estudio sobre Acceso y Uso de Información sobre Covid-19 (EIS COVID) en www.eiscovid.cl