El curso Taller de Exposiciones realizado en 2021 tuvo como objetivo fortalecer la experiencia del trabajo colaborativo e interdisciplinar entre las distintas facultades de la UDP. Estuvo a cargo de la docente Leonor Castañeda y la ayudante Magdalena Quijano.
Para el Taller, se eligió el enunciado “Ver y ser visto”, “un tema contingente y que puede ser abordado desde distintas disciplinas, desde las que se puede problematizar asuntos como las redes sociales, la vigilancia, el exhibicionismo, la identidad, el diseño de la propia imagen, la invisibilidad que conlleva las marginalidades y la creciente necesidad social del otro”, explicó la profesora Castañeda.
Para abordar estos temas en conjunto con las y los estudiantes del curso, se extendió la invitación a académicos de otras facultades de la Universidad Diego Portales: Mónica Humeres, de la Escuela de Publicidad e investigadora de CICLOS UDP; Nicolás Boettcher, de la Escuela de Informática y Telecomunicaciones; y Ángela Boitano, de la Escuela de Sociología.
Al respecto, la profesora Humeres comentó “me gustó mucho participar. Coincidió también con cierta apertura en la pandemia, por lo que pudimos hacer este módulo de manera presencial en un momento en que todo era online. El hecho de visitar la Escuela de Arte, distintiva en sí misma, de estar ahí con las y los estudiantes, conversando, riéndonos, también de analizar objetos que tocamos, manipulamos, se presentó como una experiencia a contrapelo de lo que veníamos haciendo hace dos años. Además del proceso, creo que el resultado del taller fue muy bueno, algunos proyectos me impresionaron mucho”.
Humeres realizó un taller de observación de artefactos tecnológicos y sus inscripciones de género. “Es decir, bajo el concepto de guion (Akrich 1992), donde entendemos el diseño de los objetos como un guion que prescribe comportamientos, estuvimos observando, manipulando y analizando artefactos con la finalidad de interpretar los guiones que prescriben para cada género. Específicamente, en el taller nos preguntamos sobre qué intervenciones prescriben ciertas tecnologías (afeitadoras y bicicletas) sobre el cuerpo masculino y femenino, y así, sobre el ‘ver y ser vistos'”.
“Presumo que el hecho de escuchar perspectivas diversas estimula la capacidad crítica”, opina la académica respecto a cómo benefician instancias interdisciplinarias como esta al alumnado.
“Por ejemplo, cuando se dio el momento en que las y los estudiantes presentaron el trabajo final del taller, se hizo evidente que entre docentes teníamos distintos puntos de vista sobre un mismo asunto. Esa discrepancia me pareció súper valiosa, porque si de algo se trata la educación superior, creo yo, es de aprender a pensar, comprender las distintas posturas para generar una propia, independizarse intelectualmente. Entonces, qué mejor que visibilizar las discrepancias en el debate universitario, comprender que la diversidad y por ello, las controversias, son parte de la vida cotidiana. Por ello, formar un juicio crítico, informado por distintas posturas, es lo que nos permite participar en la conversación social y realizar aportes”, concluyó la académica de Publicidad e investigadora de CICLOS UDP.
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